Vmihalski

Leonardo trabaja de día sirviendo cafés en restaurantes, mientras que por la noche se entrega al amor y dibuja a sus amantes, en un afán de honrar a la belleza y al cuerpo humano, “la máquina más grandiosa jamás creada”, lo único que para él tiene valor en este mundo. Lejos de allí, Siegfried, un joven violinista prodigio cuyo talento sólo se compara con su soledad,  empieza a soñar con su novia fallecida años atrás, víctima de una epidemia de depresión; ésta le muestra las señales del fin del mundo tan inminente